Dicen que el tiempo, junto con la vida, son los bienes más
preciados que tenemos. De ahí lo de “El tiempo es oro”.
Cada cosa requiere de un tiempo, y hay un tiempo para cada
cosa. Una vez pasado ese tiempo, si no se ha ejecutado lo pensado, queda ya
como obsoleto. Y sólo hay una oportunidad porque las circunstancias que rodean
el momento cambian. Se puede volver a propiciar esas circunstancias, pero ya no es
lo mismo.
Los límites de cada uno están ahí, y en la vida real todo no
depende solo de uno, por eso la frustración se puede generar al querer
materializar los sueños y hacerlos reales en un tiempo real y dejar de ser
sueños. Por querer hacer las cosas demasiado deprisa se actúa también sin
pensar casi y uno se precipita hacia un "no se a donde" y se tiene la sensación de
ridículo, al menos el que tenga ese sentido, claro. A veces no nos damos tiempo
ni a nosotros ni a los demás, cuando en realidad sobra si uno lo aprovecha
bien y uno no empieza como a agobiarse.
La sensación que tengo yo con el tiempo es que se distorsiona.
Se contrae a veces y otras veces se dilata. Una hora no es lo mismo que otra
según cómo esté o me lo esté pasando bien o mal.
También dicen que la vida tiene un tiempo y que este empieza
a agotarse en cuanto nacemos. El tiempo produce vacíos, recuerdos y otras cosas
más. Cuando llegue el final supongo que muchos se preguntarán que han hecho en
realidad con su vida y en qué han dilapidado su tiempo. Creo que si se ha
empleado en aprender ya es bastante, porque cuando el reloj de la vida se
para para no volver a andar, se acabó.
Luego es lo que cada uno piense o crea que le pueda esperar, si es que hay
algo, pero eso nadie lo sabe a ciencia cierta.
Algo que creo que hay que tener en cuenta es lo de “tiempo
al tiempo”. Este cura muchas heridas, hace que la gente se vuelva a reencontrar,
pone muchas veces a cada uno en su sitio y otras veces también desespera.
“Que el diablo nos encuentre entretenidos y ocupados cuando
venga a visitarnos”. Por eso creo que hay que aprovechar el tiempo y no
desperdiciarlo de cualquier forma, aunque pase que muchas veces no sepamos qué
hacer con él.
Todos somos esclavos
del tiempo.
J. Angel
Qué interesante esta reflexión. A veces llevamos demasiada prisa para disfrutar de las cosas, incluso con esa prisa hacemos nosotros mismos que salgan regular. A veces conviene pararse, mirar y escuchar. Un saludico
ResponderEliminarMoviéndose uno casi a la velocidad de la luz, el tiempo se detiene. Hay dos hermanos gemelos. Uno viaja por el espacio a cerca de 300.000 Km. por segundo y, cuando vuelve a la Tierra, sólo ha envejecido cuatro meses. Pero encuentra que su hermano ha envejecido ¡cuarenta años!. Ya casi no puede ni reconocerle. Todo esto es real. Lo estableció Albert Einstein en su Teoría de la Relatividad, que se ha confirmado en múltiples experimentos. Sí, amigos, el tiempo es como la goma elástica: se estira y se encoge. J.I.
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