En ocasiones nos olvidamos de entrar en nuestro ser para
investigar qué pensamos, qué sucede, qué sabemos, qué queremos, cómo somos, qué
creemos, qué nos parece lo que acabamos de pensar, y por qué... Ayer tuve una
buena conversación y la conclusión a la que llegué es que ser profundo es
bueno; si en algún momento, porque yo creo que muchos nos hemos sentido así,
nos sentimos atormentados por alguna cosa mala que hemos hecho, es bueno saber
que ser profundo es bueno, y es una forma de compensar, por lo tanto, el
tormento y el mal, ¿no creéis?
De alguna forma nos han enseñado a pensar que aquellos que
profundizan mucho en su pensamiento, son más temibles, menos estables, peores
personas, es lo que nos han enseñado, pero no es así. Se piensa erróneamente
que todos los males de este mundo han venido porque alguien ha decidido pensar
mucho hacia adentro y se ha abstraído de la realidad, causando los males del
mundo, como las obsesiones, pero la realidad es que los males del mundo son
fruto de una decisión y por eso son males. Por lo tanto, ser profundo, es la
manera de compensar este problema, y además, es la forma en la que uno puede
situarse mejor en la realidad que le rodea, porque en mi opinión, es más
cambiante el alrededor que uno mismo, aunque sólo sea porque el alrededor es
más grande que el interior y por lo tanto hay más cosas que cambian (porque
digo yo, caben más cosas que pueden cambiar).
Así en mis pensamientos profundos, he llegado a la
conclusión de que uno tiene que quererse a uno mismo, sobre todo para superar
la enfermedad mental. “Me quiero”, debe decirse la persona que se encuentra en
este problema. Y si uno se quiere profundamente, mejor, pero con decirse
superficialmente “me quiero”, también funciona: cuidarse a sí mismo,
arreglarse, peinarse, echarse cremas, adquirir buenos hábitos para uno mismo
(no los buenos hábitos necesariamente, que son buenos para los demás), darse
placeres a uno mismo, y de vez en cuando, hacer ejercicio físico para que a
largo plazo nos sintamos mejor, así como cuidando la alimentación. A estas
conclusiones no se llega desde fuera hacia adentro, sino desde dentro hacia
afuera, desde un “me quiero” sincero, por mucho que lo estés leyendo ahora
desde fuera hacia adentro, la decisión de profundizar viene de uno, pero se
debe saber, que es algo bueno. Y si no te ves con ganas para profundizar,
seguro que entonces, puedes decirte “me quiero”. No hay excusas.
Iñigo
profundizar, lo contrario a quedarse en la superficie. Indagar, buscar otras opiniones, orígenes del pensamiento.....
ResponderEliminarHola Glo, gracias por tu comentario. Los orígenes del pensamiento los conocemos todos, pues todo comienza con una elección, la verdad es una, y la realidad es perfecta. Si ser profundo es bueno, que lo es, entonces uno sólo tiene que profundizar el tiempo necesario para poder disfrutar de la vida superficial, pues uno difícilmente va a disfrutar de la vida superficial si tiene su capacidad de disfrutar de la vida sufriendo. El camino contrario, es de alguna forma, peor: disfrutar de la superficialidad sin haber satisfecho la profundidad.
EliminarIñigo.
Sigue queriendote siempre, porque todos somos únicos y valemos la pena. Sigue buceando en ti mismo para salir luego fortalecido y con ganas de seguir compartiendo tu mundo interior.
ResponderEliminarHola, mi objetivo no es que yo me quiera, para eso sólo tengo que profundizar un poco y encontrar que así es, lo quiera o no. Por eso digo en ocasiones que a veces decir la frase "quiérete a ti mismo" puede estar mal, dicha con mala intención, pues en el fondo, todos nos queremos. También suelo decir que la palabra autoestima está mal, pues es una palabra mala inventada para referirse a algo que no existe. Pero cuando alguien hace mal hacia nosotros cuando nos pilla desprevenidos, y creemos que no nos queremos, nos hace caer en mi opinión en la enfermedad mental. Por eso un "me quiero" es deseo para mí en todo lector y sufridor.
EliminarIñigo.
Gracias, Iñigo. Tu post nos ayuda a pensar. Un abrazo
ResponderEliminarProfundizar en uno mismo y en tu entorno y en las relaciones con él pienso que es bueno. La reflexión siempre es buena aunque sin obsesionarse. Profundizar en tu vida creo como tu que es importante, aunque también es necesario ver las cosas con las perspectivas que te da la vida. Profundizar pienso que hay que profundizar teniendo en cuenta los puntos de vista de los que te rodean.
ResponderEliminarHola URSM, mi opinión, la cual me da mucho que pensar, es que todas excepto una obsesión, vienen desde fuera, por razones del exterior, más que nada porque conozco pocos bebés obsesionados, ¿pero cual es esa obsesión que no viene desde fuera? Para mí todas las religiones son respetables, pero tienen una parte en la que el religioso se obsesiona con las doctrinas y sustituye su pensamiento, se trata de una obsesión, y como bien dices, "la reflexión siempre es buena aunque sin obsesionarse". Esta frase es muy buena porque hace falta divulgarla sobre todo por el bien de las comunidades más religiosas, por la mala imagen inmerecida que reciben a costa de actos consecuencia de obsesiones. Pero gracias a que algunas personas profundizamos, estas obsesiones se curan en el rededor. Si hay una razón para que hoy en día la gente tenga mala imagen de las religiones, es porque no profundizamos a la altura de las obsesiones "religiosas", porque quizá, la vida tan superficial que llevamos, no nos da pie a profundizar lo suficiente como para prevenir las obsesiones de algunas personas religiosas que sustituyen su pensamiento con la doctrina, cuando la realidad es que la doctrina enriquece el pensamiento de quien lo desea. Pero en la persona obsesionada ocurre distinto. Por lo tanto, como decía, la parte de la religión que no estamos superando y como podría ocurrir en otros ámbitos, desencadena una obsesión (por la presión exterior, diría yo), se podría curar si se animara a la persona, a tiempo, a profundizar. Gracias.
EliminarIñigo.