Con respecto a la salud mental, yo también querría aportar
mi granito de arena.
En mi caso, mi salud mental requiere que periódicamente
tenga momentos de sosiego mental y espiritual o anímica. Eso no es gratuito, ni
viene por inspiración divina. Requiere por mi parte algo de autodisciplina. Por
un lado, descansar lo suficiente, respetar la medicación, llevar una vida
mínimamente ordenada, aceptar la ayuda que nos brindan los terapeutas y
aprovechar en lo que se pueda el día a día.
Para un enfermo crónico como soy yo, creo que todo esto es
fundamental, como también es importante no dejarme arrastrar por relaciones que
no me reporten nada y que quizás me puedan abocar a una posible futura crisis
otra vez.
Pienso que es necesario modificar también hábitos de conducta
adquiridos de otros tiempos e intentar llevar mi vida como buenamente pueda.
También creo que en esta vorágine de la vida, cada uno tiene
derecho a vivirla como le de la gana o como Dios le de a entender, pero también
tengo muy presente que la rueda de la vida en la que estamos todos inmersos, por lo general se encarga, y muchas veces con creces, de
cobrarse los errores cometidos.
La salud mental, como otras cosas, hay que cuidarla y nadie
está a salvo de, por circunstancias de la vida, perderla.
Y por último, sólo me queda agradecer a todos aquellos que,
de buena fe, han intentado ayudarme, porque de todo esto también queda huella.
Espero que me deis vuestra opinión, sobre todo esto que os
he contado; os lo agradecería.
Sin más,
Jose Angel