Quiero reflexionar sobre todo lo que he vivido.
Llegue con retos que no esperaba, pero también con sorpresas que me hicieron
sentir esperanza. No todo fue fácil, pero cada tropiezo me mostró algo nuevo.
Me enseño a ser paciente, a valorar el tiempo
con mis seres queridos y a buscar siempre la luz en los momentos más oscuros.
Hoy me despido con el corazón lleno de gratitud.
Fue un año en el que viví momentos inolvidables, reí, lloré y aprendí. Cada
desafío al que me enfrenté me hizo más fuerte y cada alegría que experimenté me
llenó de vida.
Agradezco las
lecciones que me dejaste, las personas que llegaron a mi vida y los momentos
que me hicieron crecer. Agradecida de todo corazón, a todos los profesionales
que me guiaron y tanto me ayudaron (Cecilia, Jaione, Aida, Ane….Mikel…), a
todos mis compañeros (esos maravillosos seres humanos) a los que admiro y
quiero enormemente, esas nuevas
amistades y hermanos…etc.… que han estado a mi lado en todo momento, para lo
bueno y para lo malo.
Gracias por todo lo bueno que recibí y por enseñarme a
apreciar hasta lo más pequeño. Me he convertido en una persona de la que me
siento orgullosa, a pesar de los errores, sé que soy quien quiero ser.
Fue un año lleno de momentos para celebrar, logros
por los que tanto trabajé y alegrías que llenaron mi alma.
Ahora
llegan nuevas metas y aventuras. Ahora sí,
estoy lista para recibir lo bueno que venga con los brazos abiertos.
Cierro este capítulo con una sonrisa y el corazón
lleno de gratitud por todo lo bueno que sucedió. No fue perfecto, pero estoy
más que agradecida por cada momento de felicidad que me dio.
¿Qué más puedo decir más que gracias por todo lo
vivido?
¡Gracias, por un año para recordar! Y gracias por
enseñarme que el camino es tan importante como la meta. Té dejo con la certeza
de que…
Me voy preparada para un nuevo comienzo.
Gracias por las enseñanzas y las oportunidades.
Nos vemos en nuevos capítulos.
Mª Jesús.
