No cabe duda de que las emociones son importantes, aunque a veces pues …. nos molestan. ¿Cuántos de nosotros preferiríamos ‘no sentir nada’ antes que sentir ansiedad, rabia, tristeza u otras tantas? Paradójicamente, muchas veces el intento mismo de negar nuestras emociones es lo que hace que estas se mantengan en el tiempo, generando además un problema mayor. Por ejemplo, cuando me enfado conmigo misma por sentir tristeza. La tristeza va a seguir, pero a eso se le suma la rabia y el rechazo hacía mí misma. Las emociones son fundamentalmente porque nos informan de algo. Sin emociones nos sería prácticamente imposible tomar decisiones y tener objetivos en la vida. Por ejemplo, la tristeza, nos indica que hemos perdido algo importante y que debemos pararnos a reflexionar sobre el camino a seguir. La calma o la alegría nos informan de que vamos ‘en la dirección correcta’. Así, cuanto mejores seamos en el reconocimiento de la emoción concreta que estamos sintiendo en cada momento, más hábiles seremos identificando la necesidad que subyace y, por tanto, estaremos en mejores condiciones para emprender acciones que permitan satisfacerla.
En la unidad de día dedicamos varias de las sesiones a reflexionar sobre el valor de las emociones, ponerles nombre, entender para qué sirven y ver de qué manera se pueden expresar y gestionar.
Por ejemplo, el jueves 21 de octubre, con la psicóloga Ane jugamos al juego ‘Compra la emoción’ con ayuda del libro ‘El emocionario’. En este libro cada emoción está representada por un dibujo. Antes de ver de qué emoción concreta se trata, cada uno de los miembros del grupo decidimos si ‘compramos’ o no ese dibujo porque nos gusta, nos identificamos con él… tratando de adivinar así mismo la emoción que representa.
Aquí es dejamos los dibujos de las emociones IRRITACIÓN y REMORDIMIENTO. ¿Las ‘comprarías’?
El jueves 28 de octubre, jugamos a clasificar caras que reflejan diferentes expresiones en emociones BUENAS y MALAS comparando a posteriori las tablas de unos y otros y reflexionando sobre el principio de opacidad (nunca podremos saber del todo qué está sintiendo o pensando la otra persona) o el aprendizaje de la identificación emocional a través de modelos. Por ejemplo, una misma cara para mí puede representar calma porque es la cara que pone mi madre cuando esta calmada mientras que para otra persona puede representar timidez porque es la cara que pone su amigo cuando siente ansiedad social.
Aquí es dejamos algunas de las fotos de muestra. Y para ti, ¿Qué emoción representan?