BADOA UDARA / E VA EL VERANO

Hoy hemos tenido, y estamos teniendo, un día de viento y lluvia. Clima desapacible, tan habitual por estos lares. Ayer, en la Aste Nagusia ( la semana grande ) se suspendieron los fuegos artificiales por el mal tiempo. Y el verano se va, se esfuma, ante nuestros ojos.

Nos queda el recuerdo de lo que fue. Y la promesa de vida, que siempre se nos da. La sentimos alrededor, nos envuelve y rodea. Es la posibilidad de obtener buenas cosas en lo que vendrá. en la vida que será. El verano se va, y con él, viene una cierta propensión a la nostalgia. Nostalgia de tiempos ya pasados, que nunca volverán. De personas que han muerto, y ya no pueden compartir nuestras vivencias. Pero hemos de mirar más allá de todo eso.

A la vida como se nos presenta, bonita, optimista, clara. Nueva. Porque cada día que se nos da, es una oportunidad de ser y de hacer. Una y mil posibilidades de vivir que se nos da de gratis, y que se nos regala. 

Por eso, aunque el verano se vaya, y se consuma, y no vuelva a haber días de sol y calor, una se queda con la sensación de algo ya vivido, ya sabido. Una experiencia de vida buena, activa. Porque, siempre que vivimos, estamos llevando adelante nuestro futuro y nuestro pasado, y en tiempo presente convivimos. ¿Os dais cuenta de lo bonito que es vivir? y, en concreto, la convivencia con las personas que amamos, la familia, los amigos. Nos gustaría, sí, que siempre fuera verano. Tal vez como esa canción que dice que siempre es domingo. Estar tranquilos, sin nada que hacer. Pero pienso, como la mayoría, que el verano también debe acabarse y que debemos aceptar el mal tiempo y las dificultades, que también forman parte del camino.