En ocasiones, cuando tienes algún tipo de enfermedad mental como es en mi caso, tienes, llevas y necesitas unas ideas predeterminadas, un control mental constante, y que nada se debe de salir de tus cuatro paredes mentales, esa pequeña habitación de tu cabeza en la que entran tus órdenes, tus pequeñas "visiones" y tus manías.
Pero, ¿y cuándo sales de esa zona?
Si algo va mal, no quiero ni deseo comentar nada de eso, porque no me quiero referir a hablar de algo tan negativo en mi texto, quiero hablar de cuando algo sucede, algo que no entraba en mi cabeza, y ese algo te hace muy feliz.
Me he ido de vacaciones. Para mi la palabra "vacaciones" es como un puñal.
¡Cómo me voy a ir yo a un sitio a más de 10 minutos de mi casa y sola!
Pero lo hago y lo hice, por mi familia.
Nunca espero nada de las vacaciones. Espero estrés, calor, agobios... sin ninguna pretensión. Pero este año quise e hice un trato: dejarme llevar.
¿Sabéis lo que es para una persona como yo, poder admirar un mísero árbol sin pensar en nada durante cinco minutos? ¿O lo que es ir a un parque con mi hijo y disfrutar como una niña pequeña? ¿O reírme y disfrutar como hacía tiempo que no lo hacía?
Y si. En esta semana he tenido días malos, momentos de contestaciones, de no querer salir, pero quiero quedarme con que he aguantado 4 días, con sus 24 horas en los cuales he rozado con los dedos la palabra "FELICIDAD"
La foto es de Castell de Guadalest |
SUSANA
" Mirar un árbol y no pensar en nada, disfrutar, reírme... parece sencillo, pero tu lo has conseguido,! Zorionak, eres grande y me encanta lo que escribes !
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