Farolillos en Bayona
Muchas personas en estos tiempos estamos tachando los días con temor debido a una festividad:
La Navidad.
¿Temida navidad o querida navidad? Yo, expondré las dos partes, ya que yo, como muchos o muchas, sufrimos las dos partes; lo malo por las fechas que son y lo bueno porque tenemos niños en casa, y eso, nos guste o no, nos da un poco de alegría en estas fechas señaladas.
La Navidad, nos guste o no, son días muy duros, ya sea porque cada año, las sillas y los platos se van vaciando, porque no nos gusta salir de casa y menos por las noches, no queremos el agobio de la gente, que mucha, durante el año no vemos, por el atracón de comida que te puede emparanoiar, o por a veces lo hipócritas que son las fiestas, con la bomba de películas en las que todos se enamoran, con sus físicos perfectos, las pedazo casas que tienen, lo guapos que son y el buen trabajo que tienen, que hacen que te preguntes: ¿ qué he hecho mal?
Pero no son sólo las películas. Es entrar a un centro comercial y no ver más que gente, gente y más gente, corriendo, con bolsas, y no hablemos del sector comida, no olvidemos también los precios rozando de diciembre con la famosa "cuesta de enero", que nadie la inventó para nada.
La Navidad es eso, una bomba. una bomba mental de nostalgia , más agobio, más familia, más recuerdos. Conozco poca gente a la que le guste. Bueno si, a 1, a mi hijo.
La Navidad con niños. Mi hijo es pequeño. Yo odio la navidad desde hace unos años, pero cuando tienes un niño, y miras la navidad a través de sus ojos es precioso.
La Navidad es borrar los días comiendo cada día una chocolatina porque llega la noche del 24, que la vives con nervios y alegría porque sabes que mañana tendrás mil nuevos regalos e ilusiones.
La Navidad es la alegría de esperar la nieve comiendo castañas con gorro y manoplas, yendo a entregar una carta escrita llena de ilusión.
La Navidad, es adornar tu árbol en casa con la estrella más grande para que la vean. Son calles con mil luces. Es un mercado de casitas, cada cual más preciosa. Son villancicos a todas horas, que acabas loco con tantos, pero que recuerdas y te sabes todos.
La Navidad es especial, viéndola tanto con los ojos de un niño o no. Ojalá pudiese a la gente que la odia, poder hacer con este escrito, que aunque sea, podáis verla durante este rato, con el corazón de un niño.
Y no olvidemos a todos los que están solos, que como yo digo, miren al cielo, que cada estrella, es un plato vacío que se vació sin quererlo. Que cenen junto a ellas, con el corazón abierto para sentir cualquier emoción.
La Navidad es eso, emoción.
Escrito por: Susana