PRINTSESA BATEN HISTORIOA, NEUREA / LA HISTORIA DE UNA PRINCESA, QUE SOY YO

Había una vez una niña que nació en una casa muy bonita. La casa era de princesas. Tenía escondites donde ella leía. Le gustaba mucho leer e imaginar que las historias que leía, se hacían realidad. Esa niña siempre ha soñado con casarse como las princesas y tener hijos. Muchos hijos. 

Lo que esa niña no sabía, es que los cuentos no existen, no son realidad. Pero es que esa niña, nunca había tenido a nadie, siempre había estado sola. Y un día la casa de las princesas se convirtió en un castillo oscuro, donde había bichos, y los escondites se convirtieron en cárceles porque el rey estaba siempre enfadado y no quería tener princesas con él. 

Tiempo después el rey murió. A la princesa le dijeron que se fue a trabajar, pero los demás niños le contaron la verdad. 

- ¿Qué pasaba que en mi castillo me mentían? Se preguntaba todo el día la princesa. 

Al morir el rey y ser mujer en un pueblo muy muy muy antiguo, la reina dejó de serlo, y se convirtió en los ojos de todos en una villana. Mala, muy mala. Pasaron de vivir en palacios a vivir en la calle. Si, en la calle, con monjas que las escondían ya que la gente del pueblo no quería que estuvieran allí. 

Pero un día apareció otro rey. Con una casa más bonita aún. Se enamoró de la “villana”. Y todo estaba perfecto. Tenía un palacio con 2 pisos, con camas con dosel y juguetes. Y le hacían caso, ¡Por fin le hacían caso! Pero otra vez la vida de la princesa cambió. La madre del rey nos gritaba por no tener sangre real, y nos daba solo cuscurros de pan. El rey empezó a enamorarse de la hermana de la princesa. ¡De su hija! que solo tenía 14 años. Y, ¿la princesa? A escondidas hacía planes y descubría cosas. Pero la reina/villana, solo quería una casa y dinero. Mucho dinero. 

Un día, la princesa llamó a la familia que vivían lejos, lejos de ese pueblo antiguo. Un sitio sorprendente, con playas, cines, y gente rara, muy rara. Y todo se acabó. La familia luchó, y la princesa se fue a ese sitio raro. Miraba por la ventana edificios altos, al agua del mar, y las posibilidades de salir de aquel infierno. 

La reina/villana como no sabía estar sola, tuvo muchos novios:

- Javier, el ladrón. Nos robó 

- Ramón, el católico. Nos puso vírgenes por toda la casa y nos echaba cuando quería estar con la villana. 

- Carlos. El enfermo. Le pegó a la princesa, pero la villana no hizo nada. Corrió tras él. 

Pero al final, la princesa encontró a su alma gemela. Y salió de ese mundo. Pero contra más alto voló, más se dio la ostia, y esa alma gemela un día se fue, literal, le echó de casa.

La princesa se perdió. Estudió tonterías, enfermó por hombres que no valían la pena, se enamoró de gente rara, se metió en mundos oscuros. Y lo peor es que la princesa SIEMPRE estaba sola. 

Cuando la princesa estaba perdida en un mundo de sustancias, apareció alguien. Un amigo. Ese amigo le enseñó lo que era la amistad a pesar de los problemas, y le presentó a un chico. 

Asqueroso. Pijo. Pero qué se entendieron como amigos. Pero la princesa empezó a sentir algo más. Y se hicieron novios. Pero no solo novios. Amigos. Novios. Hermanos. Compañeros. Todo. Y como la princesa y el príncipe estaban locos, tuvieron un niño. 

El regalo más preciado de la vida de la princesa. GAEL. Bondadoso. La mirada más profunda y real que nunca vio. La piel más suave con el olor más bonito del mundo. El pelo, rubio, brillante. Fue lo que nunca imaginó.

¿Pero sabéis lo que pasó? Cuando miro los ojos de su hijo, tan bondadosos, toda la mierda que la princesa vivió, el abandono, la falta de una figura que le explicase el mundo, las luchas físicas, mentales, todo se vino abajo. Y la princesa no pudo más. 

Y este no es el fin del cuento de la princesa. La princesa seguirá. Con su novio, amigo, hermano, y su hijo, los 3 juntos, como ella quería y leía en sus cuentos, seguirá, pero la historia de la princesa, ahora esta en punto y seguido. 

Como ella dice, CONTINUARÁ.

S.B.

BALIO HANDIKO EMAKUMEAK / MUJERES VALIOSAS

Desde que era pequeña, siempre me he considerado una persona diferente. No rara, si no, distinta. Quería, bueno mejor dicho, me decían la vida que por, ¿costumbres? te ponen: con marido y mis hijos, pero, ¿y las mujeres solo somos eso? me preguntaba.

Cuando naces en un pueblo tan pequeño, son los ideales que existen pero yo no quería esa vida. Yo quería sentirme orgullosa de mí, de mis logros, sin ayuda de nadie.

Nunca, hasta que salí de allí, conocí nada acerca del feminismo. Nunca. Ni en la escuela. Recuerdo la primera vez que vi una manifestación por nosotras. Era un ambiente de fiesta, pero gritando lo que nos pertenece, todas de morado, fue alucinante. Yo me preguntaba qué pedíamos, si por fuera, como en un libro, todo era 

asombroso. Y allí, es cuando empecé a leer e investigar.  Leer lo que nos quedaba por luchar, por pedir, nuestros derechos, nuestras a veces, intimidad faltada de respeto. Y fue cuando conocí a la referente para mí:

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Malala Yousafzai.

Desde entonces leí su libro, vi charlas que ha dado en Parlamentos, el cómo tiene que huir de su vida por miedo, por miedo a pedir lo que como mujer, le pertenece, dejando todo atrás para pedir libertad. Y justo, este 8M en el CSM, en la Unidad, hemos leído unos pequeños relatos de mujeres que han marcado un antes y un después en la sociedad. Estaba Michelle Obama, Marie Curie, Coco Chanel… mujeres que han luchado tan solo para pedir lo que nos pertenece: igualdad.

Pero yo, justo vi a Malala.

Nació el 12 de julio de 1997 en Pakistán. Cuando tenía trece años, se hizo célebre gracias a un blog que escribía bajo un pseudónimo para la BBC en el que narraba su vida bajo el régimen terrorista. Los talibanes, al conocer estos blogs secretos y demás, obligaron a cerrar las escuelas privadas prohibiendo la educación de las niñas entre 2003 y 2009. Pero Malala siguió quejándose de la vida precaria, llegando a la radio y a la televisión de su país dando discursos en contra de los talibanes. El 9 de octubre de 2012 fue víctima de un atentado.Ella se salvó a pesar de las pocas posibilidades, pero desde entonces y a día de hoy, sigue siendo amenazada por los talibanes.

En 2013 fue elegida por la revista Time una de las personalidades más influyentes del mundo. El 10 de octubre del 2014 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose en la ganadora más joven de este premio..

Y sobre todo lo importante es el lema que nos deja: "Debemos creer en el poder y la fuerza de nuestras palabras. Nuestras palabras pueden cambiar el mundo"

Cuadro pintado para mí por una compañera de la Unidad de Día. Gracias!

En ese momento, nuestras orientadoras nos dieron la idea de hacer una pequeña autobiografía resaltando como siempre, valores positivos de uno mismo, y yo pues, ¿por qué no hacerlo? Lo he hecho, lo colgaré mañana en el blog.

Pero como siempre me describiré, no soy rara, soy distinta, y mi biografía, es distinta como yo.

ZORIONAK!!

Hace unos días he cumplido años. Me parece algo maravilloso. Ya no me asusta la cantidad (49) y los cumplo sintiéndome feliz. Porque estuve a punto de no cumplirlos. En eso pienso cuando reflexiono y me doy cuenta de que tengo muchos. Muchos años. 

Cumplir años es un privilegio, en comparación con aquellos que se quedan por el camino. Yo tuve un intento de suicidio. Gracias a Dios, no llegué a morir. Pero fue algo duro. Difícil. Por eso, cada día que pasa lo considero un regalo, y estoy agradecida. Este año  he cumplido los cuarenta y nueve. Feliz. Contenta. 

Disfruto de cada día de mi vida, porque pienso en otros que tuvieron menos suerte y no viven. Disfruto al estar con mi gatita. Al pasar ratos leyendo, disfrutando. 

Tengo una amiga, en Cataluña, que nunca dice la edad que tiene. Presume de tener cuarenta y tantos, pero cuenta ya más de 50. A mí me parece que hay que decir la edad tranquilamente. Porque hay que cumplirlos para seguir viva. Es necesario cumplirlos, si queremos vivir. Además, la edad trae más experiencias que sumar en nuestra vida. Este año he comprado un pastel, he puesto mi número 49 en velas rojas. He pedido un deseo ( que toda mi familia estemos bien de salud ) y he soplado las velas. He dado gracias al de arriba porque mi hermano se ha recuperado de un cáncer. Y porque estamos todos más ó menos bien. 

En mi vida no pasa nada. O solo pasan cosas corrientes, ordinarias. Me levanto, me tomo el café, voy a cuidar a la Pichi ( recoger pipí y caca etc. ). Después abro la habitación, ventilo y hago la cama. Y me siento privilegiada, porque puedo vivir. De momento, nada lo impide.

Espero que todo siga así durante unos años. Como se puede ver, mi vida no tiene nada de extraordinario, que merezca la pena contar. Está hecha de rutinas y costumbres. Y me gusta así. He aprendido que hay que disfrutar del momento, porque no tenemos otra cosa. ¿Y vosotros qué pensáis?.

He malgastado años en sentirme mal, psicológicamente mal, y por eso ahora veo tan importante cumplir años. Cumplirlos cada día, a cada instante. Cada momento en que tenga consciencia y me sienta vivir. Y dar gracias por lo que tengo, en la esperanza de que siga así. 

Por eso, ahora he decidido estudiar euskera. Me parece algo importante, para salir de mi soledad. Para abrirme a los demás. Parezco un niño pequeño, memorizando lo más esencial en el lenguaje. Días de la semana, números ( bat, bi, hiru, lau, bost, sei... ) y frases corrientes en la vida diaría. Me gusta mucho y me parece genial aprender un idioma nuevo. 

SUKALDATZEN IKASTEN, AUTONOMOAK IZAN GAITEZEN / APRENDIENDO A COCINAR PARA SER AUTÓNOMOS

La semana pasada estuvimos hablando sobre CÓMO HACER PARA SER MÁS AUTÓNOMOS y no depender tanto de otros. Nos dimos cuenta que tenemos mucho que aprender. Hablamos de las siguientes tareas: hacer compras, cocinar, gestionar el dinero, poner la lavadora, limpiar el baño, cuidar nuestra higiene,... Y nos hemos puesto a ello, ¡a entrenar! que es cómo uno va adquiriendo las habilidades necesarias para funcionar de forma autónoma en la vida diaria, y en la vida.

Hoy nos hemos centrado en la tarea de cocinar. Hemos elaborado tres recetas que podéis consultar a continuación:

ALITAS DE POLLO A LA BARBACOA

Ingredientes: alitas de pollo, sal, pimienta negra, hierbas provenzales, aceite de oliva, vino blanco, ajo y salsa barbacoa.

Proceso de elaboración: primero colocamos las alitas de pollo en la bandeja; después iría la sal y la pimienta negra; después de haber echado los ingredientes adicionales se le echa el aceite de oliva y el vino blanco. Lo metemos al horno 35 minutos (precalentado a 190º). 

CROQUETAS DE JAMÓN

Ingredientes  para 9 personas: 300 gr. de jamón , 1'5 de cebolleta , 1'5 dientes de ajo , 200 gr. de harina , 150 de mantequilla , 1'5 de leche , perejil , pimienta y nuez moscada.

Proceso de elaboración: Calentar la mantequilla en una sartén grande. Cortamos el ajo y la cebolla en trocitos pequeños y los echamos en la sartén. Luego se echa el jamón en dados. Tras 1 minuto se echa la harina. Poco a poco se vierte la leche. Después echamos la sal, pimienta y perejil y dos huevos duros troceados.

Y de postre, sano sano...

BATIDO DE FRUTAS

Ingredientes: zumo de naranja , plátano y fresas

Proceso de elaboración: Troceamos el plátano y las fresas. Exprimimos los limones y  mezclamos las tres frutas. Pasamos por la batidora, le añadimos un poco de miel y listo para comer. 

ANIMALIAK ETA ZAINTZA / LOS ANIMALES Y EL CUIDADO

Me gustaría hablar de los animales, y de cuánto los quiero. Yo, cuando era jovencita, tenía mucho miedo de los animalitos. No había llegado a relacionarme con ellos. Pero, donde fui a vivir, que era un pueblo de la provincia de Barcelona, había gatitos callejeros. Allí los alimentábamos, aunque siempre hubiera desalmados que quisieran hacerles daño. A mí mi madre me dijo que tocara a un gatito, venga, que parece un peluche. Y tanto me aficioné a él, que le puse nombre y le quise un montón. Cuando yo venía con mi coche, me venía a esperar. Era gris de color, y le bauticé como Grisete. Fue mi primer gatito. Aunque nunca vivió dentro de un piso, ó una casa, y era callejero, me quería y se dejaba coger. Yo creo que, hasta que no amas a  un animal, no llegas a despertar del todo tu alma. No sé quién lo decía, pero tenían razón. 

Los animales son muy bonitos. Es una pasada contemplarlos, y tener uno en casa es genial. Yo, el año 1997 coincidí en la universidad con una señora. Me dijo que había recogido una gatita en el Raval, un barrio pobre de Barcelona, y que había tenido gatitos. Al principio, la quiso hacer abortar, pero ya estaba muy avanzada la gestación y tuvo gatitos. Me dio dos. Me las llevé. Al final, nos quedamos con una. La llamé César. La tuvimos 12 años. Era muy buena, de color pardito y blanco. 

Después tuvimos un gatito, muy bonito, que se murió al cabo del año de una leucemia. Pobrecito. Y, al morir, en el año 2014, cogimos una gatita. Nos dijeron que era gatito, pero no. Ella lleva en casa casi ocho años. Tuvimos un jaleo al traerla de Vilassar de Dalt ( Barcelona ). Tuvimos que vacunarla, ponerle un chip y comprarle un billete de avión, y un transportín especial para el avión. Qué fiera, cuando hubo que vacunarla y ponerle chip la veterinaria no podía con ella. Se ponía hecha una furia. Qué carácter. Pero lo hicimos, y la trajimos. Se ha adaptado muy bien. Está muy contenta, y juega mucho en el piso nuevo. 

Yo quiero mucho a los animales. Son muy bonitos, y ayudan a la estabilidad mental. 

Esta es mi gatita Pichi, en nuestra casa de Rentería