Cumplir años es un privilegio, en comparación con aquellos que se quedan por el camino. Yo tuve un intento de suicidio. Gracias a Dios, no llegué a morir. Pero fue algo duro. Difícil. Por eso, cada día que pasa lo considero un regalo, y estoy agradecida. Este año he cumplido los cuarenta y nueve. Feliz. Contenta.
Disfruto de cada día de mi vida, porque pienso en otros que tuvieron menos suerte y no viven. Disfruto al estar con mi gatita. Al pasar ratos leyendo, disfrutando.
Tengo una amiga, en Cataluña, que nunca dice la edad que tiene. Presume de tener cuarenta y tantos, pero cuenta ya más de 50. A mí me parece que hay que decir la edad tranquilamente. Porque hay que cumplirlos para seguir viva. Es necesario cumplirlos, si queremos vivir. Además, la edad trae más experiencias que sumar en nuestra vida. Este año he comprado un pastel, he puesto mi número 49 en velas rojas. He pedido un deseo ( que toda mi familia estemos bien de salud ) y he soplado las velas. He dado gracias al de arriba porque mi hermano se ha recuperado de un cáncer. Y porque estamos todos más ó menos bien.
En mi vida no pasa nada. O solo pasan cosas corrientes, ordinarias. Me levanto, me tomo el café, voy a cuidar a la Pichi ( recoger pipí y caca etc. ). Después abro la habitación, ventilo y hago la cama. Y me siento privilegiada, porque puedo vivir. De momento, nada lo impide.
Espero que todo siga así durante unos años. Como se puede ver, mi vida no tiene nada de extraordinario, que merezca la pena contar. Está hecha de rutinas y costumbres. Y me gusta así. He aprendido que hay que disfrutar del momento, porque no tenemos otra cosa. ¿Y vosotros qué pensáis?.
He malgastado años en sentirme mal, psicológicamente mal, y por eso ahora veo tan importante cumplir años. Cumplirlos cada día, a cada instante. Cada momento en que tenga consciencia y me sienta vivir. Y dar gracias por lo que tengo, en la esperanza de que siga así.
Por eso, ahora he decidido estudiar euskera. Me parece algo importante, para salir de mi soledad. Para abrirme a los demás. Parezco un niño pequeño, memorizando lo más esencial en el lenguaje. Días de la semana, números ( bat, bi, hiru, lau, bost, sei... ) y frases corrientes en la vida diaría. Me gusta mucho y me parece genial aprender un idioma nuevo.
Es estupendo cumplir años, y cumplir 49 años no me parece que sean muchos, yo tengo 58 años y me siento felíz con la edad que tengo, y tienes razón no hay que ocultar la edad, porque eso significa que nos avergonzamos de nuestra edad. Yo nunca la he ocultado, sino todo lo contrario siempre digo mi edad a la menor oportunidad.
ResponderEliminarSí
EliminarZorionak, muxu handi bat eta animo euskararekin!
ResponderEliminarDespués de haber hecho camino en la vida y deshacerlo, supongo que si se debería de disfrutar de una plena existencia.
ResponderEliminarYo a mis 42 años no le tengo miedo a la muerte, pues es parte de la propia vida. Vida, que por extraño que parezca le tengo miedo.
Saludos.