Nos ha sorprendido la cantidad de palabras que podemos
utilizar para expresar los matices de las emociones. Algunos términos que no
conocíamos o que nos han llamado la atención son: la dicha, el regocijo, el
alborozo, el embeleso, el desaliento, la melancolía, la exasperación, la
amargura o el desasosiego.
Aun así, algunos compañeros han comentado que hay algo en las emociones
que a veces se nos escapa y nos cuesta
poner en palabras. Por eso hemos utilizado la música, que puede ser una forma
de ayudarnos a conectar con nuestras emociones. Un pianista y compositor griego
que se llama Yanni dice así: “La música instrumental, cuando es utilizada
correctamente, es muy directa y extremadamente exacta en describir incluso las
emociones humanas más sutiles”.
La música nos hace
evocar sentimientos, sensaciones, recuerdos,… y también puede ayudarnos a
relajarnos o a activarnos. Platón sostenía que "la música cumplía para el alma
lo que la gimnasia para el cuerpo”, así que vamos a ejercitar nuestras
habilidades emocionales escuchando música.
¿Qué os hace sentir la
música que escucháis habitualmente?
¿Preferís la música
relajada o la que os hace sentir más activos?
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