ENFERMOS MENTALES: Endemoniados

Hace algún tiempo me comentó un enfermo que un señor psiquiatra le afirmó que los enfermos mentales somos unos demonios o que estamos endemoniados. Si lo que me contaba este conocido mío es cierto, me parece un poco triste que un profesional de la mente diga eso y que merezcamos poco menos que se nos trate como a tales.

Los que tenemos una enfermedad mental, bastante desgracia tenemos ya de que se nos hayan abierto las puertas del infierno de par en par para encima tener que oír cosas como esas.

Es verdad que muchas veces el sentido del mal está metido en nuestras cabezas ya deterioradas y que sufrimos mucho por ello  y porque lo podemos ver también en cabezas de aquellos que se autodefinen como cuerdos y que han tenido más suerte que nosotros en la vida.

Al fin y al cabo el bien y el mal están dentro de cada uno y es problema de cada cual inclinar la balanza hacia un lado u otro en cada una de las innumerables actuaciones que se dan en el trascurso del teatro de la vida.

La medicina y los medicamentos están hechos, creo yo, para intentar paliar el sufrimiento humano y tampoco son una ciencia exacta. Todos tenemos que morir algún día,unos antes y otros después, ya que la vida es una cuenta atrás desde que se nace. Lo que haya o no después es producto de las creencias o de la esperanza de cada uno porque nadie sabe a ciencia cierta lo que nos espera luego.

Yo lo que pido es una cosa. Que por favor no juguemos a ser dioses con los demás porque nadie lo es. Y pido también otra cosa. Que, por favor, se tenga un poco de respeto, solo eso, por aquellos a los que ya se les ha catalogado como enfermos mentales.

Que muchos dejen de llenarse su boca con la palabra "humanidad" ya que para ellos solo es un palabra más, o así me lo parece, por lo menos.

Este mundo no es un mundo justo, pero a mi me parece que el que cometa alguna barbaridad, sea enfermo o no, debería pagarlo de alguna forma. Pero yo tampoco soy juez de nadie y ojalá que no hicieran falta tampoco.

Desde que el mundo es mundo estamos todos inmersos en una guerra entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad. No hace falta más que verlo en los cines, en los libros y en la televisión, en la incontables películas y demás cosas con las que nos bombardean a diario. A lo mejor la vida no es sino una película más en la que cada uno interpreta el papel que le ha tocado desempeñar.

El sufrimiento físico es algo terrible pero el sufrimiento mental puede serlo aun más. Por eso a mi no me extraña que haya gente que opte por tirar la toalla, dejarlo todo en el aire y acabar con todo ya. Yo también he estado a punto de hacerlo. Lo he vivido varias veces muy de cerca y reconozco que sigo vivo de auténtico milagro.

Pero hay que poder saber pedir ayuda a quien pueda dárnosla aunque en esos momentos tan oscuros no se llegue a ver nada y lo único que se desea es poder descansar ya de una vez por todas, que nos dejen tranquilos y que nos olviden.

Ahora, después de muchas temporadas de caos mental, sufrimiento y épocas tan desesperadas, puedo escribir estas líneas por si a alguien le pudiera servir quizás de alguna ayuda porque hay mucha soledad, muchas veces acompañada, por ahí fuera.

Pero hay que pensar también que rachas y temporadas malas las tienen todos y que hay que contar por lo menos con uno mismo, que después de la tempestad viene la calma y procurar también que el barco no naufrague durante la tormenta, a ser posible.

También hay por ahí quienes dicen que no hay demonios sino ausencia de Dios y que no hay oscuridad sino ausencia de luz.

Y sin más un saludo a todos y hasta siempre amigos.

Agur

  Jose Ángel.