"Gure Ahotsa" blog-a, sortu berri dugun talde bat gara, Errenteriako Osasun Mentaleko Eguneko Unitateko kidekok sortutako blog.a da "Gure Ahotsa".
Gure helburua hemen lantzen ditugun gaiak zuekin partekatzea da: iritziak, bakoitzaren bizikizunak eta bestelako zenbait gai: errezetak, bidaiak, poesiak, kontakizunak... Hemen aurkituko dituzun ideiak positibo eta interesgarriak dira.

miércoles, 24 de junio de 2020

Arrano fábula / Fabula del aguilucho

Esta semana hemos estado leyendo una fábula que creo que nos gusta a todos y queremos compartir contigo . se llama:


LA FÁBULA DEL AGUILUCHO 




Erase una vez un granjero que, mientras caminaba por el bosque, encontró un aguilucho malherido. Se lo llevo a su casa, lo curó y lo puso en su corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a comportarse como estos.
Un día, un naturalista que pasaba por allí le preguntó al granjero:
– ¿Por qué este águila, el rey de todos los aves y pájaros, permanece encerrado en el corral con los pollos?
El granjero contestó:
– Me lo encontré malherido en el bosque, como le he dado la misma comida que a los pollos y le enseñado a ser como un pollo, no ha aprendido a volar. Se comporta como los pollos y, por tanto ya no es un águila.
El naturalista dijo:– El tuyo me parece un bello gesto, haberle recogido y haberle curado y cuidado. Además, le has dado la oportunidad de sobrevivir y has proporcionado la compañía y el calor de los pollos de tu corral.Sin embargo tiene, corazón de águila y con toda seguridad, se le puede enseñar a volar. ¿Qué te parece si le ponemos en situación de hacerlo?.
– No entiendo lo que me dices, dijo el granjero. Si hubiera querido volar, lo hubiese hecho. Yo no se lo he impedido.
– Es verdad, tú no se lo has impedido, pero como tú muy bien decías antes,  le enseñaste a comportarse como los pollos, por eso no vuela. ¿Y si le enseñáramos a volar como las águilas?.
– ¿Por qué insistes tanto? Mira, se comporta como los pollos y ya no es un águila, que le vamos a hacer. Hay cosas que no se pueden cambiar.
– Es verdad que en estos últimos meses se está comportando como los pollos le contestó el naturalista. Pero tengo la impresión de que te fijas demasiado en sus dificultades para volar. ¿Qué te parece si nos fijamos ahora en su corazón de águila y en sus posibilidades de volar?
– Tengo mis dudas, porque ¿qué es lo que cambia si en lugar de pensar en las dificultades, pensamos en las posibilidades?
– Me parece una buena pregunta la que me haces. Si pensamos en las dificultades, es más probable que nos conformemos con su comportamiento actual. Pero ¿no crees que si pensamos en las posibilidades de volar esto nos invita a darle oportunidades y a probar si esas posibilidades se hacen efectivas?
– Es posible dijo el granjero
– ¿Qué te parece si probamos?
– Probemos !
Animado, el naturalista al día siguiente saco al aguilucho del corral, lo cogió suavemente en brazos y lo llevo hasta una loma cercana. Le dijo:
– Tú perteneces al cielo y no a la tierra. Abre tus alas y vuela. Puedes hacerlo.
-Estas palabras persuasivas no convencieron al aguilucho. Estaba confuso y al ver desde la loma a los pollos comiendo, se fue dando saltos a reunirse con ellos. Creyó que había perdido su capacidad de volar y tuvo miedo.
Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevo al aguilucho al tejado de la granja y le animó diciendo:
– Eres un águila. Abre las alas y vuela. Puedes hacerlo.
El aguilucho tuvo miedo de nuevo de sí mismo y de todo lo que le rodeaba. Nunca lo había contemplado desde aquella altura. Temblando, miro al naturalista y saltó una vez más hacia el corral.
Muy temprano al día siguiente el naturalista llevo al aguilucho a una elevado montaña. Una vez allí le animó diciendo:
-Eres un águila, abre las alas y vuela.
El aguilucho miró fijamente a los ojos del naturalista. Éste, impresionado por aquella mirada,  le dijo en voz baja y suavemente:
– No me sorprende que tengas miedo. Es normal que lo tengas. Pero ya verás como vale la pena intentarlo. Podrás recorrer distancias enormes, jugar con el viento y conocer otros corazones de águila. Además estos días pasados, cuando saltabas pudiste comprobar qué fuerza tienen tus alas.
El aguilucho miro alrededor, abajo hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Entonces, el naturalista lo levanto hacia el sol y lo acarició suavemente. El aguilucho abrió lentamente las alas y finalmente con un grito triunfante, voló alejándose en el cielo. Había recuperado por fin sus posibilidades.
***************************

¿Te ha gustado?.... seguro que sí, y a todos nos ha dejado pensativos.
Esta fábula nos ha dado pié para pensar y hablar de muchos temas:
liderazgo, apoyos, prejuicios limitadores, falsas creencias, autoestima...pero sobre todo nos hemos quedado en las posibilidades potenciales de cada uno, y como dice en la fábula:
" ¿ que es lo que cambia, si en lugar de pensar en las dificultades pensamos en las posibilidades?....el aguilucho tenía que volver a creer en él, en su punto fuerte que eran sus alas, tenía que ser águila y no pollo y difuminarse entre ellos para ser aceptado por los demás, también necesitó de alguien que lo cuidara cuando estuvo malherido y lo alimentara, pero no bastaba solo con eso: Necesitaba de alguien que creyera en el y le diera las fuerzas y ganas para que se atreviera por fin a extender sus alas y desplegar con ellas todas sus posibilidades.
Y nosotros...¿ podemos volver a creer en nuestras posibilidades ?o nos quedamos y conformamos con nuestro no.
Con ello y después de debatir, hemos hecho un ejercicio muy bonito e interesante que te proponemos...
En una  cara de un folio tenemos un NO grande, lleno de dificultades, con el que nos escudamos, nos protegemos y nos limitamos.
 Estas nos apuntan a:
- Mis defectos
-Mi enfermedad
- No puedo
- No me gusta
- No quiero
- No sé
- No hago
- No espero...
Pero.... ¿ Que pasa si doy la vuelta a la hoja?...
Me encuentro con un SI grande, lleno de posibilidades.
En la otra cara hay tres apartados que debo completar  ( porque son mis puntos fuertes,esos que hacen que me mueva, porque creen en mí y están en mí aunque no las use o no las quiera mirar, como esas alas del aguilucho, y hablan de autoestima, de valor, de esperanza y son mi motor , la baraja con la que me toca jugar mi vida  y con las que jugaré poniendo en valor  siempre mis mejores cartas,) que son :
1- Mis cualidades y mis puntos fuertes.
2- Mis habilidades, me gusta, puedo....
3- Mis proyectos , quiero... ( y hablo de futuro )
Una vez hecha mi lista la leeré satisfecho buscando encontrar todavía más porque cuento también con recursos para ello, y la tendré en un lugar visible para recordarme que esa es la cara del papel con la que quiero funcionar , con la de las posibilidades, no la de las dificultades.
Cuando estamos desanimados, cansados y nos sentimos incapaces estamos con el otro lado del papel , ese que va a frenar y limitar .
Y  quiero funcionar y luchar  y ponerme en valor como hizo el naturalista  con el águila creyendo en él, insistiendo y apoyando,y como hizo el aguilucho cuando se atrevió venciendo sus miedos ,a abrir sus alas y volar.
------------------

3 comentarios:

  1. Que fábula más bonita! Me acordaré de ella, de vez en, cuando!

    ResponderEliminar
  2. Muy interesante. Solo falta aplicarla y creer que realmente podemos...

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué verdad! Siempre pensando en las limitaciones y en las dificultades, en vez de pensar en positivo, creer en las posibilidades y apostar por lo que puedo/quiero. Todos a volar con el aguila!!! Todos a decir en alto: SI PUEDE, SI QUIERO, SI DESEO... BAI, BAI ETA BAI!!!

    ResponderEliminar

Errenteriako Osasun Mentaleko Zentruko Eguneko Unitateko blogerarekin erlazioa duten artikulu eta iruzkinak idazteko bakarrik. Argitaratu aurretik moderatzaile batek gainbegiratua izango da. Egoera sintomatiko eta larrialdi beharretarako jarri harremanetan zure zentru edota terapeuta erreferentearekin.
De uso exclusivo para artículos y comentarios relacionados con el blog de la Unidad de Día del Centro de Salud Mental de Errenteria. Previos a su publicación son revisados por un moderador. Para comunicar cambios en la situación sintomatológica o necesidades urgentes dirigirse al centro y/o terapeuta referente.