TALLER SOBRE EMOCIONES (2)

En el segundo día de nuestro taller de emociones hemos expuesto ejemplos nuestros sobre cosas que nos han pasado esta semana y ante las cuales hemos reaccionado sintiéndonos mejor o peor, utilizando las emociones básicas que vimos la semana pasada.

 La idea es darnos cuenta de que a lo largo de toda una semana nos ocurren cosas, que aunque puedan ser pequeñas y pasar inadvertidas o incluso ser cotidianas, nos resultan agradables. Identificarlas es importante porque así podemos disfrutarlas, poco o mucho, pero disfrutarlas al fin y al cabo, en lugar de dar importancia sólo a los malos momentos.

También hemos estado profundizando un poco más en la relación que hay entre las cosas que nos ocurren y cómo nos sentimos al respecto. Para ello hemos trabajado con los Pensamientos; cuando nos pasa cualquier cosa lo que sentimos, pensamos y hacemos está  todo enlazado entre sí. Para ver esto mejor utilizamos algunos ejemplos, como éste:

Esto nos sirve para ver cómo ante una misma situación cada uno podemos reaccionar de muchas formas diferentes: sintiéndonos tranquilos, preocupados, indiferentes, enfadados, culpables, etc.  ¿De qué depende que nos sintamos de una u otra manera? 

En buena medida el sentimiento que notamos depende de qué pensamiento tengamos en ese momento, es decir, de cómo interpretemos esa situación. Si yo interpreto que mi jefe está serio porque tengo mucho trabajo atrasado pendiente de hacer me sentiré de forma muy distinta a como sentiría si interpreto que mi jefe está serio porque tiene un mal día simplemente.  La situación no cambia, lo que cambia es la forma de interpretarla y, con ella, la forma de cómo nos sentimos.

Muchas veces, como en el ejemplo, no podemos hacer nada por cambiar las situaciones que vivimos, porque no están en nuestra mano. En cambio sí podemos hacer algo por manejar los sentimientos que tenemos, sobre todo si no son agradables; podemos manejarnos con ellos tratando adoptar una forma más realista de pensar e interpretar esas situaciones, para intentar ver las cosas que nos pasan de forma más completa y ajustada, con los aspectos negativos que tengan pero también con los positivos.